Negocian Chiapas en la sucesión presidencial

Angeles Mariscal/Colaboración especial

Se pretende entregar a Chiapas al Partido Revolucionario Institucional (PRI), como un botín político, a cambio de que ese órgano político reconozca a Felipe Calderón Hinojosa como presidente de la República, acusó el candidato al gobierno del estado de la coalición por el Bien de Todos (PRD-PT-Convergencia), Juan Sabines Guerrero, luego de conocer la declinación de las candidaturas de los abanderados del PAN y PANAL, a favor del priísta José Antonio Aguilar Bodegas.

“No dudo que el PRI y el PAN hayan negociado el reconocimiento de Calderón (como presidente de la República) a cambio de Chiapas. Ese es el trasfondo de ese asunto. El PRI ha de haber dicho ´digo que ganó Calderón pero dame a Chiapas´”, señaló en conferencia de prensa Sabines Guerero.

Negocian a Chiapas como si fuera un botín. Están documentando con este acto (las declinaciones de las candidaturas) lo que Andrés Manuel López Obrador siempre dijo: que hay un pacto entre la cúpula del PRI y el PAN, acusó el abanderado al gobierno de esta entidad.

Dijo que todo indica que la declinación de las candidaturas es un pago en gratitud al reconocimiento de Calderón. “Esto es contraproducente para Calderón mismo porque lejos de ayudar a la gobernabilidad y la legitimación de los procesos electorales en el país, esos acuerdos obscuros enrarcen los climas políticos”.

Refirió que Chiapas se convirtió en un botín político “porque es la perla del sureste. Es un estado donde no hay narcotráfico, donde el índice de violencia es mínimo y donde existe gran riqueza de recursos”.

En ese sentido, Sabines Guerrero pido a las dirigencias nacionales del PRI y PAN “que no se metan en Chiapas, que respeten a la entidad y sus ciudadanos porque están contaminando al estado y poniendo en riesgo su gobernabilidad”.

También acusó al ahora ex candidato del PAN, Francisco Rojas de haber intentando “venderle” su candidatura.

“Se reunió conmigo hace aproximadamente un mes, en una casa de un amigo común, para pedirme 5 millones de pesos a cambio de declinar a mi favor. No lo acepté porque ni tengo el dinero ni él lo vale.