Por Antulio Sánchez
¿Web 2.0?
La obra de Joel de Rosnay La révolte du pronétariat: des mass média aux medias des masses, escrito con Carlo Revelli, aborda la relación entre nuevas tecnologías y sociedad. Rosnay parte de la idea de que la web es una verdadera conciencia colectiva. El autor indica que las prácticas de las tribus y los usuarios que habitan el ciberespacio se oponen a las relaciones verticales de poder imperantes en la economía y la política. Ellos son los pronetariados que dan vida a una nueva democracia, gracias a las redes sociales que tejen en el ciberespacio.
Rosnay indica que esa inteligencia colectiva va de la mano del surgimiento de la Web 2.0, un término por cierto de moda que es reflejo de una verdadera revolución tecnológica. Para el autor estamos frente a una convergencia en donde la convivencia y la experiencia son indisociables. Un ejemplo de ello lo conforman las aplicaciones Web flexibles y atractivas, como blogs, servicios compartidos de fotos o servicios transaccionales.
¿Web 2.0?
Si bien eso es destacado ello no tiene que ver con una Web 2.0. Para empezar el origen de ese término se debe al editor Dale Dougherty y a MediaLive Internacional, que lo lanzaron como una etiqueta para vender mejor una serie de conferencias, por lo que es un eslogan de marketing.
Para Rosnay el factor central que define al pronetariado es la inteligencia colectiva. “El desarrollo de internet recuerda algunos principios fundamentales puestos en marcha por la evolución biológica...] La lección que nos aporta la biología es la siguiente: la complejidad emerge de la dinámica de las interacciones entre los agentes, no importa si se trata de moléculas, hormigas o consumidores en el mercado. Las nuevas propiedades emergentes de esa colectividad organizada, de esos sistemas complejos no están en ningún caso programadas por los elementos que los constituyen. La vida, la conciencia, la economía, internet, nacen de manera caótica, de la dinámica de las interacciones”.
La teoría sobre la inteligencia colectiva ya había sido abordada por Houghton Mifflin en The Global Brain: speculations on the evolutionary leap to planetary consciousness, incluso Pierre Lévy ha definido al ciberespacio como la síntesis de una inteligencia colectiva, aunque Rosnay tiene el mérito de abordarla de manera clara.
Rosnay es optimista e indica que muchos temían un mundo comunicacional unificado (por satélites, teléfonos, medios portátiles o internet) y dominado por la lengua inglesa. Pero en realidad se constata la emergencia de un mundo tribal, con valores y culturas propias. Si bien los sitios más grandes son anglosajones, en particular estadunidenses, en la gran mayoría de países conectados a internet, las comunidades populares se crearon en su propia lengua.
Su conclusión queda abierta: “Más allá de lo que se llama hoy ‘opinión pública´, que miden regularmente los sondeos, o lo que Jung llamaba la ´conciencia colectiva´, emerge una coconciencia colectiva reflexiva que se debate en una permanente lucha y por lo tanto puede devenir esquizofrénica. Pero también puede ir a las fuentes de los grandes designios de la humanidad”. Sin embargo, lo cierto es que todavía queda por saber cuáles.
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