Duda no cabe. Los recientes resolutivos del Tribunal Federal Electoral en torno a la reposición de la elección de candidatos al Gobierno del Estado en los dos principales partidos de Chiapas (PRD y PRI) demuestran el grave deterioro de la situación política en la entidad y el alto grado de ilegalidad en que han incurrido los partidos, ante la falta de concensos, negociaciones, acuerdos, concertaciones.
Los partidos y sus militantes han recurrido a los órganos jurisdiccionales, tomando en cuenta que vivimos en un Estado Republicano, pero resulta preocupante que la política se esté llevando frecuentemente a los tribunales como una nueva moda.
Los grupos en pugna polarizan sus posturas.- Los extremos se están haciendo necesarios. En ningún partido se esta privilegiando la conciliación. Todos los actores están plenamente identificados con grupos o mafias del poder, de tal suerte, que un liderazgo de conciliación está ausente.
En Chiapas, a diferencia de otros estados de la República, se recurre frecuentemente a la violencia y a los enfrentamientos como método para presionar a los intereses de grupo, por la búsqueda del poder.
Los llamados de resistencia de Emilio Zebadúa, la rebeldía de Roberto Albores y el incipiente apoyo del centro a José Antonio Aguilar Bodegas es una muestra de lo que podría pasar en Chiapas. La complicación puede ser grave, máxime cuando en los partidos no se identifican liderazgos naturales, ni morales. Un mediador pues.
En el PRD esperan línea del poder para definir a su candidato. De última hora elegirán al que nunca pensaron. En el PAN ocurre que no hay cuadros con suficiente presencia en Chiapas para ofrecer una competencia electoral porque ellos solo crecieron en el centro-. En el PRI los clanes y los cacicazgos no se ponen de acuerdo. La división y los grupos son visibles.
En el pasado ocurría que el Gobernante en turno decidía todo, por ende, las decisiones eran claras e inobjetables para los grupos en pugna.
Hoy ante la falta de jerarcas en los partidos y liderazgos consolidados, no será extraño pues que en Chiapas, durante los próximos días y meses, vivamos un clíma de confusión, una barbarie política, confrontaciones, de ilegalidad, que en nada contribuye a la gobernabilidad del estado.
sábado, abril 22, 2006
Cuando la política no es política
Publicadas por Fer Ledesma D a la/s 1:53 p.m.
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